Degustación por un café ético

Unidos por el café. Lalo Gonzalez de Café La Barranca (der) y Eduardo Demedicis de LA Tostaduría Hermanos Calavera (izq).

¿Qué tan ético es el café que tomamos?

Si hablamos de congruencias, tal vez la pregunta inicial resulte un ejercicio vacío puesto que hay en la vida tantas áreas en las que se puede aplicar un cuestionamiento similar. Aún así, no deja de ser válida si consideramos que por décadas esta industria ha sido explotada indiscriminadamente.

Muchos damos por descontado que el café siempre estará ahí, a nuestra disposición y antojo.

¿Y cómo no hacerlo si hoy en día parece que hay un café en cada esquina?

Café de especialidad

En un evento organizado por La Tostaduría Hermanos Calavera y La Barranca Café en la histórica Casona Spencer de Cuernavaca, tuvimos la gran oportunidad de aprender del tema directamente de los protagonistas que viven en primera instancia esas situaciones. Iván Meléndez, orgulloso representante Tocatintla, una finca local del estado de Morelos productora de café de especialidad orgánico de altura nos platicó acerca de los retos que viven y el gran esfuerzo que su familia hace para que su producto llegue a los consumidores.

No solo es el arduo trabajo que se tiene que completar en la siembra, cosecha, y preparación del grano, sino que también está el proceso de comercialización donde llegan a darse las promesas incumplidas o el regateo exagerado. 

El anfitrión del evento, Eduardo Demedicis de Los Hermanos Calavera, invitó a un diálogo abierto al mismo tiempo que nos daba una detallada explicación del complicado proceso de la preparación del grano de café.

La atmósfera en La Casona Spencer fue mágica, como sacada de un cuento de Gabriel García Márquez. El aroma del café invitaba al dialogo y los diversos grupos de amigos y conocidos se notaban animados e interesados en el tema. 

Diferentes personas se animaron a expresar sus opiniones y experiencias al tiempo que degustábamos las muestras del café en tazas con forma de calaveras, rindiendo homenaje a la tradición y cultura de México.

“Debajo de la piel, todos somos iguales,” dijo Eduardo.

Tocatintla

En este entorno, nos embarcamos en el viaje hacia los secretos del café. Iván Meléndez nos transportó a las montañas de Morelos, a su amada tierra natal de Ocuituco, donde cultiva su café de especialidad orgánico de altura en la finca Tocatintla. Con pasión y experiencia, compartió los desafíos e injusticias que enfrentan los caficultores, a menudo marginados y subvalorados a pesar de su incansable labor. Sus palabras resonaron en el recinto haciéndonos reflexionar y recordándonos la importancia de reconocer y apoyar a aquellos que hacen posible esta mítica bebida.

La calavera como simbolo de unidad.

Mientras escuchábamos atentamente, las tazas con forma de calavera se llenaban con las distintas preparaciones elaboradas por La Tostaduría Hermanos Calavera y La Barranca Café. Cada sorbo nos sumergía en un mundo de sabores sorprendentes.

La primera taza nos deleitó con notas florales y una suavidad seductora que acariciaba nuestros paladares. El segundo café nos envolvió con su carácter audaz y matices de chocolate oscuro, despertando nuestros sentidos con cada sorbo. Por último, la tercera taza nos sorprendió con su carácter afrutado y una acidez vibrante que nos invitó a explorar nuevas dimensiones gustativas.

Diálogo enriquecedor

A medida que avanzaba la velada, Eduardo Demedicis, el anfitrión del evento, nos alentaba a compartir nuestras impresiones y participar en un diálogo enriquecedor. Entre risas y camaradería, nos dimos cuenta de que esta experiencia iba más allá de la cata de café, fomentando conexiones con otros amantes del café y generando historias que nos ayudan a tener mejor entendimiento del tema.

Al final de este viaje, nos despedimos de La Casona Spencer con corazones y mentes llenas de gratitud y conocimiento. El evento nos recordó la importancia de valorar el trabajo de los caficultores, como los talentosos productores de Tocatintla en Morelos, y nos sumergió en la riqueza de sabores y aromas ocultos en cada taza.

Por un café ético

La ética del café que consumimos puede variar dependiendo de diferentes factores, como las prácticas de comercio justo, la sostenibilidad ambiental y las condiciones laborales de los trabajadores del campo. Nuestro compromiso será seguir trabajando en la concientización y educación de nuestra audiencia al mismo tiempo que nosotros también aprendemos cada vez mas de estos mismos temas.

Para empezar, les comparto un par de consideraciones para evaluar la ética del café: 

1. Comercio justo: Busca café que tenga certificaciones de comercio justo, lo que significa que los productores reciben un precio justo por su trabajo y se promueven mejores condiciones laborales. 

2. Sostenibilidad: Valora el café que proviene de fincas o cooperativas que siguen prácticas sostenibles, como el cultivo orgánico, la conservación de la biodiversidad y la protección del medio ambiente.

Así que amigos: la próxima vez que disfruten de una taza de café los invito a recordar que detrás de cada sorbo hay un mundo de pasión y dedicación. Rindamos homenaje a los caficultores, como aquellos de Tocatintla, quienes con su labor nos regalan la magia del café.

Celebremos la tradición y cultura, representadas por las tazas con forma de calavera que nos recordaron nuestras raíces. En cada taza de café, encontramos una historia por contar y una razón para apreciar los pequeños placeres de la vida.

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